De esta marca tengo predilección por un perfume, Fleur, algún que otro complemento y la sofisticada cosmética oriental a base de polvo de arroz, pero la ropa de niños siempre he pensado que es demasiado colorida y con estampados muy estridentes. Este invierno me ha sorprendido con una colección muy vintage dedicada a las princesitas de la casa.
Coquetos vestidos con un aire muy retro, para las que como Lucía empiezan a presumir, muy, muy guapas.
Conjuntos para los primeros días fresquitos, camisetas de manga larga y falditas muy chic.
Abrigos calentitos, prendas de punto 100% lana, pero con un toque elegante y divertido.
En definitiva, que el verano es alegre y bonito, pero ya tengo ganitas de cambiar el armario con lo nuevo que tenemos a la vuelta de la esquina.